jueves, noviembre 14

Contaminación ambiental

Se denomina contaminación ambiental a la presencia en el ambiente de cualquier agente (físico, químico o biológico) o bien de una combinación de varios agentes en lugares, formas y concentraciones tales que sean o puedan ser nocivos para la salud, la seguridad o para el bienestar de la población, o bien, que puedan ser perjudiciales para la vida vegetal o animal, o impidan el uso normal de las propiedades y lugares de recreación y goce de los mismos. La contaminación ambiental es también la incorporación a los cuerpos receptores de sustancias sólidas, liquidas o gaseosas, o mezclas de ellas, siempre que alteren desfavorablemente las condiciones naturales del mismo, o que puedan afectar la salud, la higiene o el bienestar del público.

La Lluvia ácida


La lluvia ácida se forma cuando la humedad en el aire se combina con los óxidos de nitrógeno y el dióxido de azufre emitidos por fábricas, centrales eléctricas y vehículos que queman carbón o productos derivados del petróleo. En interacción con el vapor de agua, estos gases forman ácido sulfúrico y ácidos nítricos. Finalmente, estas sustancias químicas caen a la tierra acompañando a las precipitaciones, constituyendo la lluvia ácida.
Los contaminantes atmosféricos primarios que dan origen a la lluvia ácida pueden recorrer grandes distancias, siendo trasladados por los vientos cientos o miles de kilómetros antes de precipitar en forma de rocío, lluvia, llovizna, granizo, nieve, niebla o neblina. Cuando la precipitación se produce, puede provocar importantes deterioros en el ambiente.
La lluvia normalmente presenta un pH de aproximadamente 5.65 (ligeramente ácido), debido a la presencia del CO2 atmosférico, que forma ácido carbónico, H2CO3. Se considera lluvia ácida si presenta un pH menor que 5 y puede alcanzar el pH del vinagre (pH 3). Estos valores de pH se alcanzan por la presencia de ácidos como el ácido sulfúrico, H2SO4, y el ácido nítrico, HNO3. Estos ácidos se forman a partir del dióxido de azufre, SO2, y el monóxido de nitrógeno que se convierten en ácidos.

Los hidrocarburos y el carbón usados como fuente de energía, en grandes cantidades, pueden también producir óxidos de azufre y nitrógeno y el dióxido de azufre emitidos por fábricas, centrales eléctricas y vehículos que queman carbón o productos derivados del petróleo.

Intenta evitar los ambientadores de todo tipo, toallitas antiestáticas, suavizantes y otros productos que contengan fragancias sintéticas que pueden contaminar el aire que estás respirando.
la lluvia ácida


Efectos de la lluvia ácida

La acidificación de las aguas de lagos, ríos y mares dificulta el desarrollo de vida acuática en estas aguas, lo que aumenta en gran medida la mortalidad de peces. Igualmente, afecta directamente a la vegetación, por lo que produce daños importantes en las zonas forestales, y acaba con los microorganismos fijadores de N.


El término "lluvia ácida" abarca la sedimentación tanto húmeda como seca de contaminantes ácidos que pueden producir el deterioro de la superficie de los materiales. Estos contaminantes que escapan a la atmósfera al quemarse carbón y otros componentes fósiles reaccionan con el agua y los oxidantes de la atmósfera y se transforman químicamente en ácido sulfúrico y nítrico. Los compuestos ácidos se precipitan entonces a la tierra en forma de lluvia, nieve o niebla, o pueden unirse a partículas secas y caer en forma de sedimentación seca.
La lluvia ácida por su carácter corrosivo, corroe las construcciones y las infraestructuras. Puede disolver, por ejemplo, el carbonato de calcio, CaCO3, y afectar de esta forma a los monumentos y edificaciones construidas con mármol o caliza.
Un efecto indirecto muy importante es que los protones, H+, procedentes de la lluvia ácida arrastran ciertos iones del suelo. Por ejemplo, cationes de hierro, calcio, aluminio, plomo o zinc. Como consecuencia, se produce un empobrecimiento en ciertos nutrientes esenciales y el denominado estrés en las plantas, que las hace más vulnerables a las plagas.
Los nitratos y sulfatos, sumados a los cationes lixiviados de los suelos, contribuyen a la eutrofización de ríos y lagos, embalses y regiones costeras, lo que deteriora sus condiciones ambientales naturales y afecta negativamente a su aprovechamiento.

Un estudio realizado en 2005 por Vincent Gauci1 de Open University, sugiere que cantidades relativamente pequeñas de sulfato presentes en la lluvia ácida tienen una fuerte influencia en la reducción de gas metano producido por metanógenos en áreas pantanosas, lo cual podría tener un impacto, aunque sea leve, en el efecto invernadero.
Una gárgola que ha sido dañada por la lluvia ácida.

15 Formas sencillas para evitar la contaminación del aire            


Las acciones para prevenir la contaminación atmosférica deben ser hábito cotidiano de todos, en todos los lugares y todo el tiempo, para que realmente sean efectivas.
Entre ellas están:
Afinar y dar mantenimiento a los automóviles
Evitar la quema de basura y llantas, así como el uso de cohetes artificiales
Evitar comprar artículos desechables y plásticos que no son biodegradables.
Reciclar la basura
No arrojar basura en la calle, bosques y parques, envolverla o taparla bien en la casa
Usar racionalmente los plaguicidas
Evitar el consumo de tabaco
Cuidar los bosques, no provocar incendios ni destruir las zonas verdes de la ciudad
Posponer las tareas de jardinería que requieran el uso de herramientas a gasolina en días de alto nivel de de ozono.
Consume alimentos orgánicos o al menos aquellos no hayan sido sometidos a un uso tan intensivo de agroquímicos. (puedes cultivarlos en tú azotea con composta hecha por ti mismo)
Restringir la limpieza en seco.
Evita el uso de pinturas, aceites y solventes en días de alta concentración de ozono.

Reduce el consumo de electricidad, lo cual contribuirá a disminuir las emanaciones de contaminantes y partículas.
Prende el carbón de leña con un encendedor eléctrico en vez de hacerlo con combustible líquido.
Aplica el poder de las 3 Erres: Reduce-Reutiliza-Recicla. Un menor consumo redundará en menor contaminación atmosférica de todo tipo.


Cómo evitar los contaminantes químicos

Compra y consume, siempre que sea posible, productos ecológicos, locales y que respeten al animal.
Mejor que comer pescado común, que está bastante contaminado con PCBs y mercurio, consume pescado de pesca sostenible.
Evita comidas procesadas o listas para consumir, recuerda que en los procesos se añaden muchos químicos.
Utiliza solo productos ecológicos o naturales para limpiar la casa.
Cambia tus productos de higiene personal por marcas ecológicas, incluyendo champú, pasta de dientes, desodorantes y cosméticos.
Intenta sustituir todas las amalgamas dentales antiguas (muchas veces realizadas con altas concentraciones de mercurio), por amalgamas naturales. Busca un dentista holístico (que trabaja con productos seguros).
Evitar aditivos alimentarios de todo tipo, incluidos endulzantes artificiales y potenciadores del sabor (glutamato monosódico).
Toma el sol con precaución para incrementar tus niveles de vitamina D y favorecer tu sistema inmunológico.
Intenta testar tu agua del grifo y si encuentras contaminantes, instala un filtro de agua apropiado en todos los grifos, incluido el de tu baño o ducha.
Si no esta seguro de los tóxicos a los que puede estar expuesto, realiza un ESTUDIO DE SALUD GEOAMBIENTAL PROFESIONAL.

aplicando químicos en nuestro planeta





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