Se denomina contaminación ambiental a la presencia en el
ambiente de cualquier agente (físico, químico o biológico) o bien de una
combinación de varios agentes en lugares, formas y concentraciones tales que
sean o puedan ser nocivos para la salud, la seguridad o para el bienestar de la
población, o bien, que puedan ser perjudiciales para la vida vegetal o animal,
o impidan el uso normal de las propiedades y lugares de recreación y goce de
los mismos. La contaminación ambiental es también la incorporación a los
cuerpos receptores de sustancias sólidas, liquidas o gaseosas, o mezclas de
ellas, siempre que alteren desfavorablemente las condiciones naturales del
mismo, o que puedan afectar la salud, la higiene o el bienestar del público.
La Lluvia ácida
La Lluvia ácida
La lluvia ácida se forma cuando
la humedad en el aire se combina con los óxidos de nitrógeno y el dióxido de
azufre emitidos por fábricas, centrales eléctricas y vehículos que queman
carbón o productos derivados del petróleo. En interacción con el vapor de agua,
estos gases forman ácido sulfúrico y ácidos nítricos. Finalmente, estas
sustancias químicas caen a la tierra acompañando a las precipitaciones,
constituyendo la lluvia ácida.
Los contaminantes atmosféricos
primarios que dan origen a la lluvia ácida pueden recorrer grandes distancias,
siendo trasladados por los vientos cientos o miles de kilómetros antes de
precipitar en forma de rocío, lluvia, llovizna, granizo, nieve, niebla o
neblina. Cuando la precipitación se produce, puede provocar importantes
deterioros en el ambiente.
La lluvia normalmente presenta un
pH de aproximadamente 5.65 (ligeramente ácido), debido a la presencia del CO2
atmosférico, que forma ácido carbónico, H2CO3. Se considera lluvia ácida si
presenta un pH menor que 5 y puede alcanzar el pH del vinagre (pH 3). Estos
valores de pH se alcanzan por la presencia de ácidos como el ácido sulfúrico,
H2SO4, y el ácido nítrico, HNO3. Estos ácidos se forman a partir del dióxido de
azufre, SO2, y el monóxido de nitrógeno que se convierten en ácidos.
Los hidrocarburos y el carbón
usados como fuente de energía, en grandes cantidades, pueden también producir
óxidos de azufre y nitrógeno y el dióxido de azufre emitidos por fábricas,
centrales eléctricas y vehículos que queman carbón o productos derivados del
petróleo.
Intenta evitar los ambientadores
de todo tipo, toallitas antiestáticas, suavizantes y otros productos que
contengan fragancias sintéticas que pueden contaminar el aire que estás
respirando.
la lluvia ácida
Efectos de la lluvia ácida
La acidificación de las aguas de
lagos, ríos y mares dificulta el desarrollo de vida acuática en estas aguas, lo
que aumenta en gran medida la mortalidad de peces. Igualmente, afecta
directamente a la vegetación, por lo que produce daños importantes en las zonas
forestales, y acaba con los microorganismos fijadores de N.
El término "lluvia
ácida" abarca la sedimentación tanto húmeda como seca de contaminantes
ácidos que pueden producir el deterioro de la superficie de los materiales.
Estos contaminantes que escapan a la atmósfera al quemarse carbón y otros
componentes fósiles reaccionan con el agua y los oxidantes de la atmósfera y se
transforman químicamente en ácido sulfúrico y nítrico. Los compuestos ácidos se
precipitan entonces a la tierra en forma de lluvia, nieve o niebla, o pueden
unirse a partículas secas y caer en forma de sedimentación seca.
La lluvia ácida por su carácter
corrosivo, corroe las construcciones y las infraestructuras. Puede disolver,
por ejemplo, el carbonato de calcio, CaCO3, y afectar de esta forma a los
monumentos y edificaciones construidas con mármol o caliza.
Un efecto indirecto muy
importante es que los protones, H+, procedentes de la lluvia ácida arrastran
ciertos iones del suelo. Por ejemplo, cationes de hierro, calcio, aluminio,
plomo o zinc. Como consecuencia, se produce un empobrecimiento en ciertos
nutrientes esenciales y el denominado estrés en las plantas, que las hace más
vulnerables a las plagas.
Los nitratos y sulfatos, sumados
a los cationes lixiviados de los suelos, contribuyen a la eutrofización de ríos
y lagos, embalses y regiones costeras, lo que deteriora sus condiciones
ambientales naturales y afecta negativamente a su aprovechamiento.
Un estudio realizado en 2005 por
Vincent Gauci1 de Open University, sugiere que cantidades relativamente
pequeñas de sulfato presentes en la lluvia ácida tienen una fuerte influencia
en la reducción de gas metano producido por metanógenos en áreas pantanosas, lo
cual podría tener un impacto, aunque sea leve, en el efecto invernadero.
Una gárgola que ha sido dañada
por la lluvia ácida.
15 Formas sencillas para evitar
la contaminación del aire
Las acciones para prevenir la
contaminación atmosférica deben ser hábito cotidiano de todos, en todos los lugares
y todo el tiempo, para que realmente sean efectivas.
Entre ellas están:
Afinar y dar mantenimiento a los
automóviles
Evitar la quema de basura y
llantas, así como el uso de cohetes artificiales
Evitar comprar artículos
desechables y plásticos que no son biodegradables.
Reciclar la basura
No arrojar basura en la calle,
bosques y parques, envolverla o taparla bien en la casa
Usar racionalmente los
plaguicidas
Evitar el consumo de tabaco
Cuidar los bosques, no provocar
incendios ni destruir las zonas verdes de la ciudad
Posponer las tareas de jardinería
que requieran el uso de herramientas a gasolina en días de alto nivel de de
ozono.
Consume alimentos orgánicos o al
menos aquellos no hayan sido sometidos a un uso tan intensivo de agroquímicos.
(puedes cultivarlos en tú azotea con composta hecha por ti mismo)
Restringir la limpieza en seco.
Evita el uso de pinturas, aceites
y solventes en días de alta concentración de ozono.
Reduce el consumo de
electricidad, lo cual contribuirá a disminuir las emanaciones de contaminantes
y partículas.
Prende el carbón de leña con un
encendedor eléctrico en vez de hacerlo con combustible líquido.
Aplica el poder de las 3 Erres:
Reduce-Reutiliza-Recicla. Un menor consumo redundará en menor contaminación
atmosférica de todo tipo.
Cómo evitar los contaminantes
químicos
Compra y consume, siempre que sea
posible, productos ecológicos, locales y que respeten al animal.
Mejor que comer pescado común,
que está bastante contaminado con PCBs y mercurio, consume pescado de pesca
sostenible.
Evita comidas procesadas o listas
para consumir, recuerda que en los procesos se añaden muchos químicos.
Utiliza solo productos ecológicos
o naturales para limpiar la casa.
Cambia tus productos de higiene
personal por marcas ecológicas, incluyendo champú, pasta de dientes,
desodorantes y cosméticos.
Intenta sustituir todas las
amalgamas dentales antiguas (muchas veces realizadas con altas concentraciones
de mercurio), por amalgamas naturales. Busca un dentista holístico (que trabaja
con productos seguros).
Evitar aditivos alimentarios de
todo tipo, incluidos endulzantes artificiales y potenciadores del sabor
(glutamato monosódico).
Toma el sol con precaución para
incrementar tus niveles de vitamina D y favorecer tu sistema inmunológico.
Intenta testar tu agua del grifo
y si encuentras contaminantes, instala un filtro de agua apropiado en todos los
grifos, incluido el de tu baño o ducha.
Si no esta seguro de los tóxicos
a los que puede estar expuesto, realiza un ESTUDIO DE SALUD GEOAMBIENTAL
PROFESIONAL.
aplicando químicos en nuestro planeta
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario